Este vestido, confeccionado en crepé de lana y seda, es uno de los protagonistas de la pasarela gracias a su inconfundible silueta. Este elegante diseño de corte recto luce la característica falda de tablas que evoca la vestimenta de los gladiadores de la antigua Roma y aporta un notable efecto de movimiento al modelo. Esta versión chic pero subversiva del Little Black Dress se completa con un moderno cierre visto en la espalda.