Al acercarse a los elementos del vestuario femenino, se reinventan las proporciones y las escalas, creando siluetas en las que reinan los detalles. Los cinturones impresos con efecto 3D adquieren un efecto de trompo, mientras que los pliegues de una falda escocesa se amplían y se convierten en vestidos plisados planos, añadiendo un aspecto lúdico y único. Nicolas Ghesquière también utiliza un bordado que simula un macro tweed, creado mediante un escáner 3D y ampliando cada imagen para resaltar cada hilo y su textura. Utilizando el énfasis como figura de estilo, una selección de bolsas adquiere detalles desproporcionados, mientras que otras se recrean con proporciones dramáticas.